La actuación comienza en el aeropuerto, donde la indumentaria ya es motivo de miradas y preguntas. Sin olvidar que Violeta, pardilla de la Tuna Femenina Novata de Medicina de Barcelona, llegaría tres horas antes que Pozo y Pujol (también pardillas) por un despiste, del que estamos seguras que aprenderá. Era nuestra primera vez solas, solas ante el peligro, ahora ya no servía apoyarse en nuestros padrinos cuando no tuviésemos ni idea de tocar una canción, aquí empezaba la aventura.

Captura

Una vez en Cádiz anduvimos por sus estrechas y encantadoras calles hasta llegar a la plaza de las Flores donde como no podía faltar invocamos a San Tuno y probamos las magníficas tortillitas de camarones. Una vez terminamos, nos dirigimos a buscar al resto de Tunas que ya habían llegado a la ciudad, y nos llevamos una grata sorpresa por el camino coincidiendo con la también Tuna Novata Femenina de Oviedo. Al parecer su orientación no era mucho mejor que la nuestra, y después de un rato llegamos a La Caleta donde estaba el resto, para poco después ir al que se convertiría en el bar más transitado del fin de semana, El Bar de Carmen.

Lo que si podemos asegurar, es que desde ese momento la cerveza no faltó en todo el fin de semana, lo más preguntado esa noche fue que quien era la vegana? E incluso, les intentamos deleitar con algunos temas junto con la novata de la TFMC (anfitrionas del fin de semana). Esa noche aprendimos muchas cosas en el O’Connell (2º bar mas visitado del fin de semana), solo puedo decir que próximamente esperamos poder interpretar la canción del Cucurucho. La noche acabo cuando misteriosamente comenzó a diluviar.

El sábado comienza con un sol reluciente, y calor, y con un olor un tanto raro en el Airbnb gracias a los trajes mojados de la noche anterior.

Captura3

Llegamos a la facultad, situada justo al lado del Falla. Allí estuvimos bebiendo, comiendo... y por supuesto cantando, o intentándolo. Fue entonces cuando nos dividieron en grupos para ir a las 3 residencias de ancianos. Nos llevamos una grata sorpresa pues nunca nos hubiéramos imaginado la alegría que aportamos a dichas residencias, fue una experiencia inolvidable solo por ver cómo disfrutaron los ancianos. Allí, después de actuar, continuamos con el plan del encuentro, cantar, comer, beber y conocer a nuevas chicas de otras tunas.

Cuando terminamos, nos volvimos a reunir los tres grupos en el Bar de Carmen para seguir compartiendo anécdotas, tocando nuevas (y no tan nuevas) canciones, bebiendo y, por último pero no menos importante, cenando. Cuándo el bar de Carmen cerró nos trasladamos al O’Conell donde empezaron las novatadas a las pardillas, en las cuales fuimos sometidas a una serie de pruebas que resultaron ser bastante divertidas.

Poco a poco la gente se retiraba a sus aposentos, pero no habíamos viajado mil kilómetros para retiranos, así que Pozo y Pujol, junto a algunas tunas de Leon, Salamanca y por supuesto Cádiz, las anfitrionas, nos fuimos a seguir la fiesta, donde empezamos a aprender el arte de bailar la pandereta. Cuando ya empezaba a amanecer, decidimos terminar la noche dándonos un baño en La Caleta. Por supuesto, antes de despedirnos hasta la próxima ocasión, tomamos un desayuno para terminar el primer viaje en solitario de la Tuna Novata Femenina de Medicina de Barcelona, el primero de muchos.

cadiz fem