Cuaderno de bitácora, día 1: No es una gallina, no es Rumanía. Es una crónica.
En ésta ocasión, Potas de Empresariales, sin duda el más sensato del grupo (aunque tienes sus pequeñas cosillas, como por ejemplo ser un puto perfeccionista en todo, eh? Que hasta cuando caían billetes daba la bronca al pandereta por no pasar en trazadas verticales y paralelas entre mesas) ha acompañado, digo, salvado una comitiva encabezada en rango por el M.I. Subjefe Meo. El mismo que se encargó de amenizar el avión de El Prat a Belgrado. No se conoce hasta la fecha a ninguna azafata que, en medio de la explicación de cómo ponerse la mascarilla de oxígeno,… En fin. Potas de Medicina y Grima (a quién éstos días bautizamos en según qué momentos como “Gringeldank”) cerraban el Dream Team.